RED
+
LUJURIA
+
TIERRA SANTA
26-8-2005, TORDESILLAS
Para cosas así deberían de usarse las plazas de
toros, y no para la “fiesta nacional” de nuestra
“civilizada” y “desarrollada” sociedad. Así de paso
podríamos cambiar la arena de los ruedos por
cemento.
En un principio sonó Koma para
el cartel, pero lástima que no se confirmó. Al final
vinieron Tierra Santa y Lujuria acompañados de
Red, en lo que parecía casi una repetición del
Verdejo Rock del 2003.

este chavalillo es de
Gallinas y no se pierde una; en octubre tendremos a Saratoga gratis en su pueblo.
También había gente de
otras localidades cercanas como Pucela, Medina, La Seca (foto derecha)...
Muy
puntuales salían a escena Red, desde Tordesillas. Tuvieron algo más de media hora, en la cual
tocaron una mayoría de temas propios y alguna que
otra versión. Su estilo bastante metalizado,
imposible no compararlo a los inicios de Sôber,
aunque el ritmo de los temas es bastante lento y
constante, llegando a ser algo cansino en ocasiones.
Intentan plasmar un sonido pesado, ayudado por el
sonido de este tipo de conciertos pero no por su
formación de tres, con una sola guitarra que se
antoja
escasa. El bajista pone la voz, también parecida a
la “antigua” de Carlos Escobedo en timbre y estilo.
El batería no lo hace mal, pero en la mayoría de los
cambios mete partes un poco forzadas que no se
corresponden demasiado y pueden parecer un poco
caóticas, al menos en una primera escucha. Eso en
los temas propios. Por otra parte, versionaron
Teching de Los Piratas.

La
afluencia de público ya era notable tanto en el
ruedo como en los asientos, y aunque al principio la
gente se mostraba muy indiferente la banda,
demasiado pendiente de si gustaban o no, sí arrancó
unos cuantos aplausos.
Ya
sabíamos que luego iba Lujuria y que tocarían
poco, como siempre que vienen acompañados por otra
banda “mejor”. Empezaron como en su reciente disco
en directo: Escuadrón 69, Mozart y Salieri, Dejad
que los niños se acerquen a mí… Al principio
tanto público como banda estaban bastante parados,
pero allí estaba el peculiar Óscar Sancho
para levantar al personal, y el ambiente fue
creciendo.
 
Sus
temas son no muy complejos y algo monotemáticos -el
que no está relacionado con el sexo lo está con la
defensa del espíritu heavy y rockero-
pero sí efectivos.
Lujuria basa sus
actuaciones además de eso en el diálogo directo de
su cantante con la peña, y es que es un tío que transmite,
tanto con su crítica como con su carisma por todos
conocido.
Hasta alcanzar más o menos la hora de concierto fueron cayendo
temas como Jekill & Ms. Hide, Levántate y anda,
Hijos de la furia, Merece la pena, Joda a quien
joda, Corazón de heavy metal… y para otros como
La favorita del rey no hubo cabida.
 
Y hasta
Lujuria anima más con versiones, dos himnos que
están en el repertorio habitual de los segovianos:
Traidor de Muro y Larga vida al
rock’n’roll de Barón Rojo. Se echó en falta
movimiento por parte de la banda, pues a excepción
de Óscar y uno de los guitarristas los demás se
movieron más bien poco, en especial el bajista.
De
esta manera acabaron ante un público bastante
numeroso y contento.
Y
para acabar Tierra Santa. Era la segunda vez
que los veíamos junto a Lujuria por estos
lares, y la verdad es que en ambas ocasiones me ha
quedado la misma sensación: deberían de intercambiar
los papeles, independientemente del número de
seguidores. Después de ver a Lujuria, los
Tierra Santa ofrecieron lo que esperaba, un
concierto de los suyos, soso, pesado y largo. Hay
que reconocer que la banda cuenta con muchos afines,
tiene un importante estatus en la escena heavy y son
buenos músicos. Pero su concierto fue aburrido, y se
limita a los temas que tocan, que por otra parte son
casi todos demasiado parecidos (yo llevaba tiempo
sin oírlos y confundía unos con otros).

Pillaron el momento más poblado de la noche; habría
más de 2.000 personas aunque fueron desapareciendo
progresivamente antes de que la banda se despidiera
quedándose en más o menos la mitad.
Así
uno tras otro, presentaron algo de su último trabajo
Apocalipsis (Nerón, Rumbo a las
estrellas…), que sigue la línea tan poco
evolutiva de siempre, dentro de una lógica mayoría
de canciones -¿o debería de decir Leyendas?- de sus
anteriores etapas (Legendario, El Bastón del
diablo, Tierras de leyenda, La canción del pirata,
La momia, Pegaso, Juana de Arco, Sangre de reyes,
Alas de fuego, Hamlet…).
Me gustaría decir algo
distinto, pero aunque mucha gente pueda mostrar su
desacuerdo ésta es mi crónica de lo que yo vi: un
grupo poco ambicioso y evolutivo además de por lo
musical también por la temática.
 
Eso
sí, sonaron muy bien, los que mejor, aunque los
demás no se quedaron atrás, cabiendo destacar la
potencia sonora que ganan éstas bandas en directo y
el ambiente musical que crean los teclados tanto en
Lujuria como en Tierra Santa.
No
me enrollo más. Hasta aquí la noche de heavy metal de las variadas
de la propuesta de Tordesillas.
¡¡Hasta otra!!
Fotos y Crónica por
Davide
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