CRONOMETROBUDU. “Sincronía”. Autoproducido/Fak rc. 2006

¿Qué es cronometrobudú?, ¿Qué hacen cronometrobudú?, el nombre no dice nada y dice mucho al ser una palabra inventada por la banda, ¿y qué hacen?. Se definen como poder rock, y es acertado, contundencia, fuerza e intensidad es lo que vas a encontrar

Con una presentación minimalista en la decoración, pero completa en el formato, se presenta esta nueva grabación de los Cronometrobudu, banda de Melgar de Fernamental, famosa por la sala de conciertos por la que pasaron todos los grandes del rock y ahora más dedicada al techno house. Y es que los budú quieren poner esta localidad en orbita.

Con una impresionante intro en la que la banda muestra sus intenciones, que van desde el metal más actual, pasando por jazz, rap funk y todas las vertientes del heavy. Poco a poco van cayendo temas en los que el grupo muestra sus potentes instrumentaciones y los diferentes registros vocales de Javier Castro y los coros de Sonia, así como una completa instrumentación creada por Mario López-Sanvicente (Guitarra), Javier Castro (Voz), Guillermo Gil ( Guitarra) Oscar Calvo (Violín eléctrico), Patxi Pablo (Bajo), Roberto de Vega (Batería) y Sonia Ruiz (flauta).

En todo el recorrido del cd se puede apreciar desde los acordes más característicos del new metal y del heavy metal más clásico, pero todo ellos se ve aderezado con una serie de influencias muy marcadas de un pop muy intenso y fuerte como en “Sobrevivir” y “Tan vivo” o unos aires funk en el corte “Verde”, un metal en “Tan vivo” y el disco no pierde ni un ápice de intensidad en sus cerca de 45 minutos de duración, sino que gana en potencia con corte supercompactos como “Frío” o “Acurrucando” donde terminan después de unos improperios de torrente con un rap en ingles a modo de bonus track.

Posiblemente de todo el cd yo me quedo con “Víctor Jamás” con sus cambios de ritmos y “Frío”, una sección de vientos una voz clara, unos coros y partes de voz femenina consiguen tenerte pendiente de lo que va a suceder en el siguiente compás de la canción, una joyita en medio del disco y otra al final.

En conjunto un cd que esperemos no se quede en el fondo de una estantería ya que se merece ocupar un puesto alto en la lista de escuchas.

 

 

'Sincronía' visto por ellos mismos

Cuando me pongo a componer suelo tener una idea rondando en mi cabeza. Es la válvula de escape de mis sentimientos, de mis preocupaciones, de toda mi vida. Cuento historias para mí, para mi propia liberación, para alejarme de un mundo en el que participo activamente pero que no acaba de gustarme del todo", asegura el vocalista y compositor de 'Cronómetrobudú', Javier Castro. Afirma también que su deseo "es que mis composiciones no pasen indiferentes, que remuevan, que retuerzan, como un cuadro, como una escultura, como una película. No son más que un ejercicio de sinceridad brutal, como dijo el poeta: derramar todos mis secretos". Esa es la esencia de las nueve canciones que integran 'Sincronía'.

  'Sobrevivir' es una declaración de intenciones, un 'no puedo salvar el mundo pero tal vez pueda salvar mi vida'. Es un grito de rabia frente a la vida impuesta, un “no” a lo que no se desea para uno mismo. Es un canto a una forma de vivir, a una opción de vida, a los amigos, a la familia, a los compañeros/as de este viaje.

 

'Pudiera ser' habla de la espiritualidad perdida de la 'civilización'. "No creo en la religión, pero creo en el compañerismo, en el cariño y en el amor como instrumento de la libertad individualidad", asegura Javier Castro, para el que la vida es dura y difícil "pero hay momentos en los que entiendo que merece la pena vivir". De esas sensaciones habla en esta canción. "Y si me equivoco, si esto que pienso no es cierto, esta mentira, es mejor que la verdad”, agrega.

  'Verde', habla de una historia cotidiana, de la contradicción entre las multas que se imponen por delitos contra la salud pública, por llevar encima cantidades ridículas de hierba o de hachís sin fumarlas en lugares donde pudieran molestar a persona alguna, y de la permisividad ante el peligro que acarrea el consumo de alcohol, la agresividad que provoca, los efectos de la conducción peligrosa. Esta canción habla sobre lo que realmente es o no es atentar contra la salud pública, reclama la normalización de una planta y una visión más realista de nuestros hábitos sociales, un basta y” a la hipocresía.

  'De pie' es una versión de un grupo burgalés llamado 'Odio' en el que tocaban Patxi y Oscar, dos de los componentes de 'Cronómetrobudú' aunque la letra es prácticamente nueva, salvo un par de frases. En ella se habla de la amistad, de lo duro que es renunciar a casi todo por ensayar todos los fines de semana, por gastarte casi todo tu dinero en aparatos, grabaciones, desplazamientos, de vivir por la música, por hacer lo que más te gusta, lo que te libera.

  'Víctor Jamás' es un canto generacional, una forma de contar el modo en que ha crecido una generación y la forma en que han sido educados. Es la historia de una generación para la que sus padres, con toda la buena intención del mundo, diseñaron una vida a su medida, en la que debería estar todo lo que les faltó a ellos. "Nunca nos faltó el cariño, pero no tuvimos la opción de una vida auténtica, lejos del materialismo y del individualismo en el que nadamos cada día", precisa Javier. Víctor jamás es un ser inventado, un reflejo de cualquiera de las personas de esa generación, alguien que se alejó de todo lo previsto para él cuando se dio cuenta de que lo que le ofrecían no era lo que buscaba.

  'Cronómetobudú', la canción que da nombre al grupo burgalés, nació con todas las movilizaciones sociales que expulsaron del poder "a ese señor pequeño con bigote", explica el vocalista del grupo, que agrega que en su pueblo, Melgar de Fernamental, les llevó a hacer "en contra de la guerra de Irak, la primera manifestación de su historia en la que nos juntamos cerca de 200 personas, ante la atenta y curiosa mirada de otros tantos que no nos comprendían". "Ese día sentí la fuerza de la gente, del idealismo, el poder de la gente unida, en una sociedad se está polarizando de un modo radical entre los que quieren vivir en libertad y los que quieren imponer sus ideas a los demás porque sí, los amigos del miedo".

  'Ardides de caballero' es una inscripción tallada en el teatro de Melgar como recuerdo de una leyenda local que tal y como quedó en mi cabeza no tenía ni pies ni cabeza. "La quise utilizar cuando vi que habían decidido que muchachos españoles iban a matar a muchachos iraquíes que no nos habían hecho nada, cuando sentí el miedo a que el terrorismo islámico pusiera sus ojos en nosotros". En ella se habla de la falsa libertad, del asco por todos los que los que quieren imponerla, del recorte de las libertades individuales, de la vuelta al miedo y a la guerra global.

 

'Padre' no necesita más explicaciones "es la forma de decirle a mi padre que no se preocupe más, que lo queremos y que decidimos por nosotros. Se lo merece", explica Javier Castro.

  'Frío' habla de la experiencia de viajar como mochilero sin compañía de nadie, de lo que enseña viajar por otros países y de lo que ensancha la mente. Habla de las dos actitudes de viajar, como turista o peregrino, como el que exige o como el que agradece. Esta canción habla de la necesidad de aprender a respetar, a entender que la forma de vida occidental es sólo una más y de la certeza de que hay que aprender mucho de los demás, sin dejar de llevar la tierra propia en el corazón, para aprender a quererla más y a valorar todo bueno que tiene, a no olvidar donde están las raíces de cada uno, la vida misma.

  'Acurrucado' refleja el paso de la adolescencia a la madurez, como las pandillas de amigos se van dividiendo inexorablemente con el paso del tiempo, una experiencia difícil en el momento en que se vive pero de la que es necesario aprender para no olvidar que cada cual somos responsables de nuestras acciones, que cada uno es lo que hace.

 

Para completar la obra un dvd con un video muy bien grabado, el makin off, fotografías y un interesante graffiti, viendo como se desarrolla la obra de principio a fin, merece la pena, no es el típico dvd con una grabación y palante.

Manuel Doval (mayo 2006)

http://www.cronometrobudu.com/

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