Que Paco Díez es un genio, no lo vamos a descubrir ahora. Pero si a su magia unimos la de los hermanos Queffeleant (Pol y Hervé) del grupo bretón An Triskell, dos hermanos gemelos que desde los setenta del pasado siglo entraron a formar parte en el selecto grupo de los grandes tañedores del arpa bretona, el resultado no puede ser otro que esta maravilla de disco de sugerente nombre: Castillos en el Aire. Paco Díez es un alma inquieta dentro del siempre peligroso mundo de la música, prueba de ello son sus múltiples proyectos: en solitario, La Bazanca, conferencias, ... además forma parte de los imprescindibles del patrimonio etnográfico español, lugar reservado para la élite: Eliseo Parra, Joaquín Díaz, Manuel Luna, Alfonso García Oliva y pocos más. A todo ello debemos sumarle ahora este trabajo.

Paco Díez a la zanfona

Paco y los gemelos Queffeleant se conocieron a finales de la decada de los 80 cuando Paco Díez y su grupo La Bazanca compartieron cartel en Baviera y ya desde entonces parecían destinados a hacer algo en conjunto; los años han pasado y esa inquietud propia de los maestros no ha decaido, antes bien no ha hecho otra cosa que crecer. Castillos en el Mar o Kastell Ar Mor en bretón, es un trabajo fiel a tres tradiciones que Paco conoce bien: la castellana propia, la bretona por pasión y la portuguesapor hermandad. Romances y canciones de amor a lo largo de diez temas, que sinceramente se hacen muy pocos y de muy corta duración, es un disco con el que el botón repetir de tu reproductor llega a echar humo. Mestizaje de tres culturas que tanto tienen en común a pesar de que algunos se empeñen en fijarse sólo en lo que nos separa.

Los gemelos Queffeleant

Delicioso de principio a final es imposible quedarse con algún tema en concreto, todos ellos son imprescindibles, las arpas llenan las melodías de magia celta y los huecos los va rellenando Paco con tantos instrumentos como es capaz de dominar: mandolas, zanfonas, gaitas y percusiones (la mejor prueba es el tema Evid Mon D'an Iliz & Pasacalles de novios). Pero no sólo es instrumental lo que se nos presenta en el disco, la poderosa y personal voz de Paco Díez juega junto a la suave armonía de Hervé en temas como Ar Mor Inmensa en el que se van entremezclando fragmentos en bretón con otros en castellano (adivinen quien canta cada uno), o Al Alarc'h en la que ambas voces se funden en el estribillo como una sola. Colabora con ellos Patrick Peron a los teclados y en la dirección técnica.

Un verdadero lujo a nuestro alcance, al que deberíamos acceder quienes sintamos la llamada de la música tradicional, pero haciéndolo desde una perspectiva abierta, con ganas de aprender y olvidando chovinismos patrioteros que sólo nos pueden llevar a perder lo más grande que tenemos en nuestra cultura, la riqueza y compleja variedad de nuestro pasado.

Ángel - Merlin
Julio de 2006

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